He elaborado un pequeño ritual para incrementar y proteger la energía sexual. Es muy sencillo (aunque no menos efectivo) porque está pensado para personas que no están iniciadas en magia.
Incienso en lágrimas y carboncillos |
Probablemente iré colgando posts en los que explique cómo crear rituales más elaborados y poderosos. Si tenéis alguna pregunta no dudéis en hacérmela porque estaré encantada de ayudar. ¡¡Espero que os guste el ritual!!
Elementos:
- Sal
- Cerillas
- Una vela preferiblemente rosa (o roja). También podríamos utilizar una blanca en su defecto.(*1)
- Incienso, incensario y carbones. (*2)
- Un lugar tranquilo donde poder permanecer sin ser molestados
Planeta: Marte
Momentos planetarios favorables: Os recomiendo tenerlos en cuenta. Elegir un momento poco favorable puede modificar la energía y ser contraproducente para el objetivo a realizar (en este caso, aumentar y proteger la energía sexual):
- Martes, 1º y 8º hora de luz diurna y 6º hora de luz nocturna (*3). Si además lo combinamos con una luna creciente, aumentamos aún más el poder del hechizo.
———————————————————————————————————
RITUAL: Aumentar y proteger la energía sexual
———————————————————————————————————
Asuntos de brujas. Goya |
Comenzaremos por dibujar un círculo de sal en el suelo (también podemos hacerlo con tiza), de varios metros de diámetro para que podamos permanecer dentro de él durante el ritual. Es buena idea que dentro del círculo hayamos dispuesto una silla y una mesa en la que pondremos las cerillas, la vela, el incienso, el incensario y los carbones. Despejaremos en la medida de lo posible el resto de objetos que haya dentro del círculo para que no interfieran con la energía con la que vamos a trabajar. No se puede salir del círculo durante el ritual ya que éste sirve de protección por lo que si creemos que vamos a necesitar algo más durante este tiempo (un vaso de agua, el móvil, un cigarrillo…), debemos asegurarnos de que está dentro del círculo al comenzar.
Encenderemos en primer lugar el carboncillo (con las cerillas). Seguidamente iremos echando el incienso sobre él, mientras, con mucho respeto y amor, pediremos a la Diosa Madre que acuda y nos ayude. Por supuesto, si lo de la Diosa Madre no nos convence podemos pedírselo a Dios, a un santo, a los ángeles… Al fin y al cabo, como ya hemos comentado anteriormente, sólo son distintos nombres para una misma cosa. Con vuestro permiso le llamaré «Divinidad» por ser un concepto universal.
El siguiente paso es encender la vela (con cerillas) mientras visualizamos con convicción y ganas nuestro deseo hecho realidad. Mientras la encendemos podemos repetirnos mentalmente alguna frase que nos ayude a concentrarnos en lo que queremos, como por ejemplo «enciendo esta vela para aumentar y proteger mi energía sexual«. Ya hemos puesto en marcha la energía así que ahora seguiremos concentrándonos en aquello que queramos conseguir para trabajar con ella y dirigirla. Podemos imaginarnos situaciones en las que veamos muestro sueño realizado, podemos imaginar como nos cargamos de esa energía sexual que esta «Divinidad» nos envía, podemos rezar, podemos cantar, podemos meditar… Las posibilidades son infinitas. Puede que no lo percibamos (seguramente sí), pero la cuestión es que estamos generando energía hacia nuestro objetivo y eso lo atraerá hacia nosotros. Si estamos cansados podemos sentarnos en la silla para estar más cómodos mientras realizamos estos pasos. No hay un tiempo determinado para realizar un ritual aunque hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo pasemos trabajando con la energía más fuerza cobrará.
Las cuatro brujas. Alberto Durero |
Cuando queramos dejar de trabajar en el hechizo y terminar el ritual, le daremos gracias sinceras a la «Divinidad» por habernos protegido y ayudado en todo el proceso. Apagamos la vela en este momento. Finalmente, antes de deshacer el círculo es muy importante deshacernos de toda la energía sobrante que hayamos acumulado. La energía con la que habremos trabajado se habrá transformado ya en energía sexual y protección para ésta por lo que no hay peligro de perder la energía «útil». Para descargar la energía sobrante, tenemos que visualizar y sentir el envío de la misma de forma positiva hacia el centro de la tierra. Podemos imaginar como se desliza desde nuestros pies o nuestras manos hacia el suelo, lo atraviesa y recorre la corteza terrestre hasta llegar a su núcleo. Siempre hay que enviar la energía sobrante hacia la tierra, por un lado porque es peligroso no hacerlo, y por otro, porque de esta forma la tierra reutiliza esta energía. Es una buena idea el desear, mientras realizamos esta acción, que esta energía sirva para ayudar al planeta que tanto estamos maltratando y de paso darle las gracias por permitirnos vivir en él. Una vez hecho esto ya podemos deshacer completamente el círculo.
Si la vela aún no se había consumido del todo podemos guardarla y encenderla más tarde, a cualquier hora de cualquier día, hasta que se consuma. Una vez consumida totalmente la vela, el ritual se dará por finalizado.
NOTAS:
(*1) Velas: Cómpralas en una tienda cualquiera (por ejemplo una tienda de chinos o un todo a cien). Jamás, repito, jamás compres velas ya ritualizadas (por ejemplo: vela para el amor), es muy peligroso, no sólo porque puede que el hechizo salga a la inversa sino también porque puedes poner en movimiento energías negativas diferentes a tu alrededor. Nunca podemos saber si la persona que ha trabajado con las velas que compramos realmente sabe lo que está haciendo. Además, en estos lugares suelen ritualizar una gran cantidad de velas a la vez (para ahorrar tiempo) y su carga energética es bastante menor.
(*2) Incienso: Utilízalo natural; personalmente no me gustan nada los de varilla o cono. Recuerda que el incienso es una resina natural y se vende en lágrimas o piedrecitas. Recuerda también disponer de carbones para incienso. Puedes comprarlos en cualquier herbolario.
(*3) Horas de luz nocturnas y diurnas: ¡Ojo! No estamos hablando de las horas de nuestro reloj. Para calcular las horas diurnas tienes que fijarte en a qué hora sale y se pone el sol en tu zona. La primera hora de luz solar coincide con la primera hora de luz diurna. Igualmente la primera hora después del ocaso, una vez el sol se ha escondido, coincidirá con la primera hora de luz nocturna. Fácil, ¿no?