Bitácora de Selene; IV (5º parte) – La Serpiente Emplumada

Pasé varias horas hablando con ellos dentro de una conciencia nublada. Con mi vello de punta, sentía como la sangre recorría mi cuerpo agolpándose en mi nuca, donde se acumulaba gran cantidad de energía que de nuevo se expandía por mi piel. Los sonidos llegaban desde lejos, con cierto eco y percibía los colores de forma extraordinariamente vívida. Además, una gran sonrisa parecía haberse instalado en mí, hasta el punto de que me era imposible evitarla.

Isis, representada con alas y cuernos

En aquél camino de máscaras, a medida que hablaba con los demás, entré en un trance profundo aunque consciente. Supe que mis compañeros también se hallaban en la misma situación cuando, uno a uno, fui hablando con ellos.

Los cientos o tal vez miles de personas que se extendían alrededor de la pirámide también parecían haber alcanzado alguna especie de catarsis. Danzaban intercalando saltos y gritos que me parecían antinaturales y fue entonces cuando me percaté de que la luna comenzaba a tapar el astro solar.

A su vez, saliendo del templete que coronaba la pirámide escalonada, una figura comenzó a descender por las amplias escaleras.

Caminaba de forma majestuosa, momento en el que sentí una vibración poderosa en mi cabeza. Era como un eco, vacío y metálico, que preludiaba algo extraño. También comencé a percibir la vibración bajo mis pies, en el suelo del tablado y en las bebidas que reposaban en las copas.

Cuando la figura llegó a donde nos encontrábamos se paró frente a nosotros. En aquél momento, la luna tapó completamente al Sol dejando un anillo dorado alrededor del mismo. Tenía la apariencia de un lagarto con alas y vestía con una túnica metálica.

Toda una vida preparándome para este momento y no estaba en absoluto nerviosa. Aún así, el tiempo me parecía lento y deseé comenzar cuanto antes la purificación. Cerré los ojos y, tras varios minutos, comencé a respirar lenta y profundamente hasta que sentí que todos los músculos de mi cuerpo se relajaban completamente. Alejando todo pensamiento de mí, comencé a dejar de sentir mi cuerpo. No había peso, ni calor ni frío, ni dolor ni placer, no había pensamientos o sensaciones físicas, sólo una vibración que parecía provenir de mi interior y que se movía formando uno con mi consciencia, oscilando en el vacío.

Eclipse anular de sol

Sentía que flotaba y a pesar de que me pareció percibir ovaciones y gritos de asombro, los sonidos pasaron a través de mí como el humo a través de una malla. Percibía sólo el presente y ninguna idea se mantenía adherida a mis pensamientos.

De hecho, no existían pensamientos, no había nada.

No había nada hasta que algunas ideas parecieron tomar forma en mi mente. No eran pensamientos, era algo externo, visible y contundente. En aquel momento la vibración se hizo más intensa y noté como me movía ingrávida de forma más notoria. No hubiera podido decir si mis pies se encontraban bajo mi cabeza o viceversa. Sentía una nebulosa y dejé que las ideas fluyeran sin oponer resistencia mientras la vibración crecía cada vez más.

Sentí que a través de los estímulos de mi cuerpo podría generar una gran energía. Una capacidad de purificación de la conciencia a través de las sensaciones y de llegar a lo profundo en el plano físico. El control mental, la aceptación de la fragilidad, del éxtasis y del dolor podrían favorecer la fortaleza y la pureza del ser humano. Ese proceso no implica un camino de sufrimiento sino más bien de placer, y que es posible controlar las sensaciones y las percepciones, algo que hace tomar conciencia del bien y del mal. La vibración era entonces tan intensa que sentía que mi conciencia se movía de forma pendular, de izquierda a derecha, lo que me proporcionaba cierto vértigo. Cuando sentí que mi cabeza iba a explotar, cesó violentamente y sentí como caía al suelo retomando la consciencia de mi cuerpo y despertando con gran cansancio. Abrí los ojos.

A mi alrededor todo seguía igual. El reptiliano seguía frente a nosotros observándonos y poco a poco recobré la capacidad de escuchar, notando como el gentío seguía gritando y cantando. Cuando miré al resto de seres con los que había estado charlando minutos antes, noté que varios de ellos se habían desmayado, lo que no me sorprendió. Otros, sin embargo, se mantenían erguidos como yo, cubiertos de sudor, respirando agitadamente. Me pregunte si yo tendría el mismo aspecto y comprobé, prestando atención a mi cuerpo, que así era, algo que hizo que terminase de tomar conciencia de mi cuerpo.

Reptil emplumado

Aquellos que se habían desmayado habrían de repetir de nuevo la experiencia, cuando estuviesen preparados. Sin embargo, los que habíamos pasado por el trance sin sufrir el desvanecimieto podríamos comenzar un camino de instrucción espiritual que habíamos entrevisto en las visiones. Me pregunté si todos habríamos percibido lo mismo y de la misma manera o si cada uno lo habría experimentado de una forma diferente.

Observé a los que, como yo, se mantenían en el tablado ya que aquellos que no habían superado el trance se retiraban y unían al resto de la gente.

Ts’u’uy, un galápago de ojos firmes y sabios hablaba con Manik, un joven dulce y sereno que representaba un caballo. Tuukul y Na’ahal, vestidos con atavíos de mono y gato, respectivamente, se abrazaban emocionados. Nuup y Taábal, que también formaban una pareja complementaria y que respectivamente vestían con ropas que imitaban el murciélago y el zorro, se agarraban de la mano y miraban al reptil. Otros como Taanah, Suuk o Habik, pájaro, cocodrilo y pez, se mantenían como yo, y muchos otros más, observando al gentío que se agrupaba celebrando el momento. Yo sería nombrada como Citlalin desde ese momento en adelante. Y en ese instante no pude menos que agradecer a los dioses que me permitieran vivir aquella experiencia.

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Ts’u’uy- Significa «duro» en lengua sagrada 
Manik – Significa «comerciante» en lengua sagrada 
Tuukul – Significa «premeditación» en lengua sagrada 
Na’ahal – Significa «vencer» en lengua sagrada 
Nuup – Significa » conectar» en lengua sagrada 
Taábal – Significa » arraigar» en lengua sagrada 
Taanah – Significa «hogar» en lengua sagrada 
Suuk – Significa «costumbre» en lengua sagrada 
Habik – Significa «abril» en lengua sagrada 
Citlalin – Significa «luna» en lengua sagrada