Selene Cruz

SAMHAIN. HALLOWEEN (CELTAS) 31 DE OCTUBRE

Empieza el año nuevo de la tierra. Hemos llegado al punto medio entre el Equinocio de Otoño y el Solsticio de Invierno. Es el momento de pensar en nuestra cualidad de mortales. Esta noche, el velo que separa los dos mundos es más fino que nunca y las almas de los muertos visitan a sus familiares vivos. Es también el final del año celta en el que se da las gracias por todo lo que hemos obtenido durante el año y se piden deseos para el año nuevo.

La costumbre de ir de puerta en puerta recogiendo caramelos y dinero provine de una costumbre inglesa de mendigar para los pobres.

Cuando dejas que tus hijos vayan de casa en casa debes saber que representan el futuro. Cuando otros niños llaman a tu puerta, dales golosinas para endulzar el futuro. Dar regalos malos a los niños esta noche es atraer la mala suerte hacia ti.
Pero los verdaderos protagonistas de Halloween son los ancianos. Representan el año, que ahora ya está viejo y gris. Recuerda a las abuelas, abuelos, parientes y ancianos. Envíales postales o comida o invítales a cenar. Satisfacer el pasado también trae buena suerte para el futuro.
Según cuenta la leyenda celta, las cuatro abuelas de Halloween guardan los grandes tesoros: el caldero de renacimiento que simboliza el placer, la piedra del destino que simboliza el poder, la lanza del hechicero que simboliza el valor y, finalmente, la espada invencible sobre la cual se han escrito muchas leyendas y simboliza el conocimiento. Las leyendas populares cuentan que estas cuatro ancianas custodian los tesoros y pronuncian sus nombres. Verlas y oírlas sólo está al alcance de los iniciados y se considera que trae muy buena suerte.
Es un buen día para dar limosna a los necesitados. Los espíritus reciben agradecidos estos regalos. Deja un poco de leche en el alféizar de la ventana o sobe la mesa del comedor junto a una vela blanca encendida para iluminar el camino de las almas errantes que puedan pasar cerca de tu casa. En Irlanda y Escocia, se cree que las almas de los duendes salen esta noche. Se levantan las barreras invisibles y se mezclan con los vivos.

Bitácora de Selene; I – Un gladiador romano arrodillado en el palacio de Isis

Ayer por la noche me trajeron un gladiador a palacio. Su nombre, según dijo, era  Aulus Furii Marius, lo que denotaba el reconocimiento social del que debía disfrutar en Roma. A juzgar por su nombre debía ser un hombre famoso, un gran guerrero. Me sorprendió encontrarlo arrodillado, con la cabeza baja, como si se sintiese derrotado; un gladiador romano arrodillado en el palacio de Isis.

Tendría unos 20 años. Era hermoso. Descalzo, llevaba un subligaculum, una túnica de algodón, sujeta con un cinturón de cuero. Su cuerpo era robusto y sus manos grandes y fuertes. Su rostro denotaba fortaleza y valentía, pero también dulzura y estaba surcado de un gran cansancio y preocupación. Sus ojos eran poderosos, llenos de vida, y su pelo, de negro azabache, le caía ensortijado sobre los hombros.

– Habla – Le dije.

– Mi señora – contestó él- me atrevo a solicitaros, con gran respeto, que me aceptéis como esclavo en vuestro palacio.-

No dije nada en aquél momento. No puedo describir la sorpresa que me causaba ver aquél escenario. Preferí emplear unos minutos en pensar sobre lo que estaba sucediendo. Era excitante y triste a la vez ver un guerrero arrodillado rogando ser esclavo. Me lo imaginé en pleno combate.

– ¿Porqué un guerrero como tú querría servir en el palacio de la reina de Egipto? Tú, por lo que veo, acostumbrado a luchar en juegos gladiatorios, a pelear contra bestias y contra hombres armados de tridentes y lanzas, serás un hombre afortunado y reconocido en tu país. ¿Porqué querrías servir a la reina de la tierra que tu pueblo tanto odia?-

Callaba y temblaba. Miraba al suelo. Con un gesto de mi mano despedí a todos presentes en la sala, aproximadamente unas 10 personas. Miré a Hammal que me observaba desde el fondo, preocupado. Aprobé con la cabeza. Se acercó al romano y tras atarle las manos fuertemente, salió de la estancia cerrando la enorme puerta de alabastro tras de sí.

El gladiador seguía de rodillas en el suelo, inmóvil, callado. Comencé a caminar lentamente alrededor de él, observándole. Le volví a preguntar.

– Habla –

– Mi señora, sinceramente nunca creí que me vería en esta situación. –

El gladiador me relató el motivo de su petición. Me contó cómo había nacido esclavo y como su amo le vendió con 10 años a una familia del pueblo hispano de Astúrica Augusta. Casi pude observar en sus ojos como con 14 años se convirtió en gladiador y cómo por su valentía y resistencia obtuvo un gran reconocimiento de su pueblo, hasta el punto de llegar a ganar su libertad y ser conocido casi como un héroe. Esto le llevó a una gran cercanía con el emperador que fue finalmente el motivo de su huida. Estuvo hablando durante horas. Sin entrar en detalles, aquél romano quería hacerme creer que estaba huyendo porque habían puesto un precio muy alto a su cabeza. Sin embargo, yo sabía que había algo más.

Me quedé en silencio durante unos minutos. Seguía arrodillado sin levantar la cabeza. Me acerqué a él y le pedí que levantase la mirada. Le miré a los ojos fijamente durante varios segundos.

¿Acaso no huyes de tu tierra por lo que los tuyos consideran una deshonra para ellos? Responde, ¿por qué quieres ser esclavo en mi palacio?– le dije.

Diosa Isis

No había dolor en su mirada cuando escuchó estas palabras. Fuese por el motivo que fuese, aquél guerrero parecía cualquier otra cosa menos un romano. Me daba incluso la sensación de percibir, en él, cierto odio hacia su pueblo. Y a la vez, percibía algo más en su mirada… Era como si intentase… llamar mi atención. Sin embargo, seguía esposado, de rodillas, en actitud de sumisión.

–  Porque sé que sois Isis.- Respondió.

No pude reprimir una carcajada que me sorprendió.

– Es increíble que esperes que yo crea que entiendes lo que eso significa.- Le dije. – ¿Acaso sabes, inconsciente, quién es la diosa que estás nombrando?-

Bajó la mirada para decir: – A riesgo de que me matéis, sí, mi Señora, lo sé.-

Es cierto que el guerrero, por alguna extraña razón llamaba ligeramente mi atención y que su odio por el imperio romano me causaba cierta simpatía, sin embargo, me sentí profundamente indignada por las palabras que había pronunciado. No era posible que un esclavo romano, que había crecido en Hispania y que había vivido una vida lujosa por su éxito en los juegos gladiatorios, supiese quién era la gran Diosa Isis y qué representaba, o al menos, tuviese una ligera idea.

Nudo de Isis

Me situé frente a él y coloqué, a la altura de sus labios, el nudo de Isis. El guerrero besó mi pecho derecho, situando mi pezón entre sus labios con dulzura. Me sorprendió tanto que tuve un derramamiento.

Al cabo de unos minutos de silencio, le hablé. -Si quieres ser mi esclavo tendré que ponerte un nombre.- Asintió con la cabeza, liberando mi pecho de su boca. – Te llamaré «Ademar (*1)«.-

Abrí la puerta y salí al jardín donde me senté con Hammal que se encontraba reposando en unos cojines, bebiendo té. Estaba mirando los juegos de los monos.

Cogí un dátil y lo acerqué a uno de ellos. El animal se lo comió sin miramientos y nosotros le observamos durante el proceso como si hubiese sido un gran acontecimiento. – Se llama Ademar,- le dije.- No quiero que esté solo estos primeros días.-

Hammal no tenía porqué ocultar su asombro ante mi, podría, si hubiera querido, haberme dicho que le parecía la peor idea del mundo… pero aún así, no dijo nada. Yo noté su sorpresa y el notó que yo la noté. Pero no dijimos nada, no movimos ni un músculo. Hammal también sabía que el hecho de que éstos fueran los primeros días de Ademar en palacio no era un motivo suficiente para que no estuviera solo, o dicho de otra forma, para que siempre hubiese alguien con él. Había algo más.

(*1) De origen latino y germánico. Significa «El que es ilustre por sus luchas».

Ritual para aumentar y proteger la energía sexual

He elaborado un pequeño ritual para incrementar y proteger la energía sexual. Es muy sencillo (aunque no menos efectivo) porque está pensado para personas que no están iniciadas en magia.

Incienso en lágrimas y carboncillos

Probablemente iré colgando posts en los que explique cómo crear rituales más elaborados y poderosos. Si tenéis alguna pregunta no dudéis en hacérmela porque estaré encantada de ayudar. ¡¡Espero que os guste el ritual!!

Elementos:

  • Sal
  • Cerillas
  • Una vela preferiblemente rosa (o roja). También podríamos utilizar una blanca en su defecto.(*1)
  • Incienso, incensario y carbones. (*2)
  • Un lugar tranquilo donde poder permanecer sin ser molestados
Planeta: Marte
Momentos planetarios favorables: Os recomiendo tenerlos en cuenta. Elegir un momento poco favorable puede modificar la energía y ser contraproducente para el objetivo a realizar (en este caso, aumentar y proteger la energía sexual):
  • Martes, 1º y 8º hora de luz diurna y 6º hora de luz nocturna (*3). Si además lo combinamos con una luna creciente, aumentamos aún más el poder del hechizo.
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RITUAL: Aumentar y proteger la energía sexual

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Asuntos de brujas. Goya
 Comenzaremos por dibujar un círculo de sal en el suelo (también podemos hacerlo con tiza), de varios metros de diámetro para que podamos permanecer dentro de él durante el ritual. Es buena idea que dentro del círculo hayamos dispuesto una silla y una mesa en la que pondremos las cerillas, la vela, el incienso, el incensario y los carbones. Despejaremos en la medida de lo posible el resto de objetos que haya dentro del círculo para que no interfieran con la energía con la que vamos a trabajar. No se puede salir del círculo durante el ritual ya que éste sirve de protección por lo que si creemos que vamos a necesitar algo más durante este tiempo (un vaso de agua, el móvil, un cigarrillo…), debemos asegurarnos de que está dentro del círculo al comenzar.
Encenderemos en primer lugar el carboncillo (con las cerillas). Seguidamente iremos echando el incienso sobre él, mientras, con mucho respeto y amor, pediremos a la Diosa Madre que acuda y nos ayude. Por supuesto, si lo de la Diosa Madre no nos convence podemos pedírselo a Dios, a un santo, a los ángeles… Al fin y al cabo, como ya hemos comentado anteriormente, sólo son distintos nombres para una misma cosa. Con vuestro permiso le llamaré «Divinidad» por ser un concepto universal.
El siguiente paso es encender la vela (con cerillas) mientras visualizamos con convicción y ganas nuestro deseo hecho realidad. Mientras la encendemos podemos repetirnos mentalmente alguna frase que nos ayude a concentrarnos en lo que queremos, como por ejemplo «enciendo esta vela para aumentar y proteger mi energía sexual«. Ya hemos puesto en marcha la energía así que ahora seguiremos concentrándonos en aquello que queramos conseguir para trabajar con ella y dirigirla. Podemos imaginarnos situaciones en las que veamos muestro sueño realizado, podemos imaginar como nos cargamos de esa energía sexual que esta «Divinidad» nos envía, podemos rezar, podemos cantar, podemos meditar… Las posibilidades son infinitas. Puede que no lo percibamos (seguramente sí), pero la cuestión es que estamos generando energía hacia nuestro objetivo y eso lo atraerá hacia nosotros. Si estamos cansados podemos sentarnos en la silla para estar más cómodos mientras realizamos estos pasos. No hay un tiempo determinado para realizar un ritual aunque hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo pasemos trabajando con la energía más fuerza cobrará.
Las cuatro brujas. Alberto Durero
Cuando queramos dejar de trabajar en el hechizo y terminar el ritual, le daremos gracias sinceras a la «Divinidad» por habernos protegido y ayudado en todo el proceso. Apagamos la vela en este momento. Finalmente, antes de deshacer el círculo es muy importante deshacernos de toda la energía sobrante que hayamos acumulado. La energía con la que habremos trabajado se habrá transformado ya en energía sexual y protección para ésta por lo que no hay peligro de perder la energía «útil». Para descargar la energía sobrante, tenemos que visualizar y sentir el envío de la misma de forma positiva hacia el centro de la tierra. Podemos imaginar como se desliza desde nuestros pies o nuestras manos hacia el suelo, lo atraviesa y recorre la corteza terrestre hasta llegar a su núcleo. Siempre hay que enviar la energía sobrante hacia la tierra, por un lado porque es peligroso no hacerlo, y por otro, porque de esta forma la tierra reutiliza esta energía. Es una buena idea el desear, mientras realizamos esta acción, que esta energía sirva para ayudar al planeta que tanto estamos maltratando y de paso darle las gracias por permitirnos vivir en él. Una vez hecho esto ya podemos deshacer completamente el círculo. 
Si la vela aún no se había consumido del todo podemos guardarla y encenderla más tarde, a cualquier hora de cualquier día, hasta que se consuma. Una vez consumida totalmente la vela, el ritual se dará por finalizado.

 

NOTAS:
 
(*1) Velas: Cómpralas en una tienda cualquiera (por ejemplo una tienda de chinos o un todo a cien). Jamás, repito, jamás compres velas ya ritualizadas (por ejemplo: vela para el amor), es muy peligroso, no sólo porque puede que el hechizo salga a la inversa sino también porque puedes poner en movimiento energías negativas diferentes a tu alrededor. Nunca podemos saber si la persona que ha trabajado con las velas que compramos realmente sabe lo que está haciendo. Además, en estos lugares suelen ritualizar una gran cantidad de velas a la vez (para ahorrar tiempo) y su carga energética es bastante menor.
 
(*2) Incienso: Utilízalo natural; personalmente no me gustan nada los de varilla o cono. Recuerda que el incienso es una resina natural y se vende en lágrimas o piedrecitas. Recuerda también disponer de carbones para incienso. Puedes comprarlos en cualquier herbolario.
 
(*3) Horas de luz nocturnas y diurnas: ¡Ojo! No estamos hablando de las horas de nuestro reloj. Para calcular las horas diurnas tienes que fijarte en a qué hora sale y se pone el sol en tu zona. La primera hora de luz solar coincide con la primera hora de luz diurna. Igualmente la primera hora después del ocaso, una vez el sol se ha escondido, coincidirá con la primera hora de luz nocturna. Fácil, ¿no?

Preludio: Tu eres una Diosa

Cada ser de este planeta está cargado de forma natural de amor y de paz. Ésta es la energía universal de la que todos formamos parte. Esta energía es común a todos los seres vivos conocidos y todas las religiones hablan de ella como base de su filosofía. Está en nuestro más íntimo subconsciente el relacionar a Dios con un estado absoluto de paz y de amor. Incluso aquellos que no creen en un ser superior están de acuerdo en que, de haberlo, tendría que estar basado en el amor. Así Dios y amor se funden en nuestro subconsciente como una misma cosa.

 

El nacimiento de Venus, por William Adolphe Bouguereau (1879)

Sin embargo, antiguamente el sexo también era parte inseparable de la divinidad.  El ideal griego de perfección física unido a la iluminación espiritual (que conllevaba la realización del individuo) se ha ido desvaneciendo junto al culto a la divinidad, lo que nos ha hecho olvidar el culto al amor y al sexo como algo sagrado.  Nietzsche dijo una vez: “Las religiones han tratado de matar el sexo pero no lo han conseguido, y ahora el sexo no está vivo ni muerto, sino envenenado“.

SEXO Y PAGANISMO

“Algunos autores nos aseguran que, poco antes de la victoria del Cristianismo, corría una voz misteriosa por las orillas del Egeo que decía: “- El gran Pan ha muerto- “. El antiguo Dios universal de la Naturaleza había dejado de existir, lo cual produjo gran alegría, porque se creía que, habiendo muerto la Naturaleza, había muerto la tentación.” (Michelet, 1862, 43)
Pero aún podemos remontarnos a las antiguas religiones en las que el sexo era considerado como un acceso místico a una experiencia espiritual, concepto que hoy en día enraiza y podría estar relacionado con un término bastante de moda, la magia sexual. Estas religiones paganas han vivido escondidas a la sombra de las grandes religiones que, en muchos casos, han adoptado sus mismas simbologías y ritos. La explicación a esto podría ser para algunos que, con la llegada del Cristianismo, muchos paganos convertidos seguían rindiendo culto a sus antiguas divinidades disfrazadas bajo nombres o apariencias cristianos. Para otros, sin embargo, fué la propia Iglesia la que adoptó sus simbologías para facilitar así la adaptación de los conversos. Sea como fuere las analogías entre unas culturas y otras son asombrosas, aunque sus preceptos hayan cambiado hasta volverse prácticamente opuestos.

Isis con Horus (izquierda) y La Virgen con el niño (derecha)

Puede que éste sea el motivo de que, aunque las divinidades paganas hayan vivido a la sombra durante cientos de años, sus cultos no hayan desaparecido del todo. Hoy en día en algunas zonas del planeta disfrutamos de una gran libertad religiosa y eso unido a la curiosidad científica y los avances en antropología y arqueología está haciendo que nos acerquemos cada vez más al reencuentro con nuestra espiritualidad primaria. No sólo la ciencia y la libertad son caminos para recuperar esa esencia divina de nuestro interior, en realidad el camino está dentro de cada uno.

LOS DIOSES PRIMITIVOS

Las religiones paganas están plagadas de divinidades masculinas y femeninas que se aman, practican sexo y se reproducen. Aunque tal vez nos resulte extraño pensarlo así, estos patrones surgen de ideas primitivas sobre la divinidad y la naturaleza. Es lógico pensar que el pensamiento arcaico de divinidad partiera del concepto de naturaleza o creación. La naturaleza es el verdadero Dios primitivo de nuestros antepasados y contenía los conceptos de vida y reproducción encarnados en los de lo masculino y lo femenino. Así surgen un Dios Masculino y una Diosa Femenina cuya unión crea la energía universal y con ella, la vida.

Los simbolos de la Diosa son la tierra y la copa. Los del Dios la semilla y la espada. Todos tienen una raíz sexual ya que la copa sirve de recptáculo, al igual que la tierra que engendra la semilla y la hace brotar. La espada también actúa como símbolo fálico.

LA DIOSA OLVIDADA

Hombre y mujer son Dios y Diosa. Durante muchos años la representación

Venus de Willendorf (25000-20000 a.C.)

de la Diosa madre ha estado relegada a imágenes inferiores, se le ha arrebatado su aura divina y se ha condenado al olvido. Paralelamente el papel de la mujer ha sido también dejado en un segundo plano por las sociedades que le han dado de lado en cuestiones políticas, religiosas, económicas, científicas, artísticas, laborales e incluso sexuales. Si en el pasado remoto, las mujeres, para sobrevivir en un mundo dominado por la fuerza bruta, sentimos la necesidad de la protección de los hombres, a lo largo de los milenios este proceso de dominación se ha seguido perpetuando sin razón. Hoy en día, en muchos lugares del planeta, la mujer ostenta un poder en la teoría prácticamente igual al del hombre, sin embargo, sus patrones mentales en algunos casos siguen anclados a los conceptos de dependencia y dominación que aprendió en la prehistoria.

Está en la mano de cada mujer ser consciente de nuestra historia y nuestra fortaleza, de nuestra belleza y divinidad. Haciendo esto honramos a la Diosa que es nuestra madre y nos guía. La Igualdad sólo es posible si cambiamos los manidos conceptos machistas y los reemplazamos por los que siempre debieron ser: los de ser una auténtica Diosa. La mujer es un icono de magia y poder. Siéntete como tal.

El sexo de Selene

Estoy bastante harta de mujeres que no exploran su sexualidad, que tienen miedo de dejarse llevar por el placer, mujeres que creen que el sexo está hecho sólo para los hombres, que sienten la necesidad de sentirse perfectas por miedo a perder a su pareja (ya sea hombre o mujer), que se sienten incómodas si les practican sexo oral, que compiten con el resto de mujeres, que necesitan a un macho alfa para salir de fiesta, que se depilan por convencionalismo, que nunca han tenido un orgasmo, que se tratan a si mismas como objetos aunque no las satisfaga… Estoy enfadada con las mujeres que piensan que hacer una felación es algo sucio o mujeres a las cuales el semen les resulta algo humillante, que siguen la moda pero no explotan su sexualidad, que nunca han tenido novio o mantenido relaciones sexuales, que se sienten avergonzadas cuando bailan como diosas…

Yo odio a este tipo de mujeres porque también fui una de todas ellas y me sentía avergonzada de mis fantasías e impulsos. Todas hemos actuado así alguna vez, pero ¿porqué? ¿Habrá algo que nos impide dar rienda suelta a nuestra naturaleza? A lo mejor nuestros viejos genes de primate aún están trabajando a destiempo, de forma anacrónica, por aquello de conservar al macho para que nos defienda o nos ayude a mantener la prole. ¡¡Malditas hormonas!! Pero como todo, las hormonas pueden aprender, o en nuestro caso, desaprender.

Me llamo Selene y me encanta el sexo, así, sin más. ¿Sabías que existen 2 tipos de orgasmos femeninos?, ¿que una de las fantasías más recurrentes de las mujeres es la de ser forzada a tener sexo?, ¿sabías por ejemplo que cuanto más se masturba una mujer más fácil le será llegar al orgasmo? Bienvenidos al sexo de Selene.