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Bitácora de Selene; II (3º parte) – Khaleb, iris de hielo



Volvió a aparecerse de nuevo, como un fantasma, dos noches después. Yo estaba hablando con unos soldados que  me hacían reir. Me contaban anécdotas del ejército, dónde habían estado, qué les había pasado… Cuando él apareció uno de ellos me estaba relatando cómo, el pasado verano, tuvo que enfrentarse a un lobo. Yo le sonreía extasiada, ya que adoro las historias de mis hombres, sobre todo las que implican valentía y peligro.

Él se acercó, seguro, y se puso a hablar con uno de los hombres del grupo.  Estaba serio y hablaba sin vacilación. Tenía ganas de que me agarrase de la cintura y me sodomizase allí mismo, frente a mis soldados, pero no se movió. Sin embargo, empecé a sentir en su energía algo que no fluía. Creo que eran celos y que, en el fondo, él tenía más ganas que yo de someterme frente a aquellos hombres y al resto de la sala. Aún no sabía su nombre.
Al cabo de unos minutos, la luz se apagó completamente y se hizo un silencio mortal. La sala principal del Templo de Nut medía más de medio kilómetro cuadrado y en ella, a lo largo de toda su superficie, se extendían metros y metros de alfombras mullidas y cojines de seda y terciopelo, imitando todos los colores. Dispuestas en filas horizontales y separadas por pasillos de varias brazas1) de ancho, desde el fondo de la sala hasta el extremo norte, donde me encontraba yo,  se repartían pequeñas mesas en las que no faltaba el vino, el incienso y el ámbar, la comida, varias piedras de hachís y unas  pequeñas velas que, ahora que la luz principal estaba apagada, le daban al ambiente un tono dorado y místico.
Al fondo de la sala, en el lugar donde yo me encontraba, se levantaba un enorme palco dorado de una vara2) de profundidad a la altura de unos 2 brazas1) sobre el suelo. Desde él podía ver completamente todo lo que sucedía en  el templo y disfrutaba de una intimidad y protección difíciles de conseguir en otro lugar de la celebración. A su vez, la totalidad de la sala estaba recubierta en sus paredes por otro palco gigante, también de oro, que rodeaba el perímetro de la sala en su totalidad. Éste, sin embargo, no estaba destinado al desarrollo de la fiesta en sí, ya que se utilizaba como escenario para los cantantes y bailarines principales que desde allí podían centrarse en realizar su espectáculo sin riesgo de ser molestados por los participantes. El escenario no era regular y una de sus partes era más ancha y profunda ya que se había pensado como escenario principal. Hacia este lugar se dirigían en aquél momento todas las miradas.
Ecnoie, primera bailarina sagrada de Egipto

De forma lejana, un rumor de tambores y sistros se empezó a distinguir entre los silbidos y aplausos de los egipcios. Un haz de luz blanca iluminó el escenario principal dejando ver a contraluz la exuberante figura de una mujer. Todos los presentes sabían de quién se trataba. Era Ecnoie, la bailarina principal del reino, título que se había ganado por ser la mejor que, entre las mujeres, desempeñaba las artes de Polimnia y Terpsícore.

Permanecía inmóvil sobre el escenario cuando, otras luces iluminaron los palcos laterales, dejando ver otros cientos de bailarinas que también podían haber parecido estatuas, por su inmovilidad y porque su piel despedía brillos de pigmentos dorados y verdosos.
Timbales y tambores comenzaron a repiquetear con un ritmo desenfrenado que parecía mover las caderas de las bailarinas, perfectamente sincronizadas, desencajándose de forma antinatural y violenta. Era un baile extraordinariamente hermoso y desenfrenado, casi inhumano, que había dejado hipnotizados a todos los presentes. Con el nuevo compás, Ecnoie lanzó su cadera derecha, de forma titánica, hacia los presentes. Marcando el ritmo, hizo lo mismo con la izquierda. De repente, su cuerpo, de cintura para abajo, pareció ser poseído y comenzó a realizar movimientos automáticos, convulsiones del trance en que, sin duda, los dioses habían querido bendecirla atrapándola. Dando la sensación de que muchos de sus huesos se desencajaban de verdad, imaginabas el sonido de sus caderas, como los golpes que producen las piedras preciosas al chocar entre sí.
La música, producida por flautas, chirimías, trompetas, arpas, guitarras, címbolos y tambores, incrementó su velocidad y volumen lo que hizo que un escalofrío me recorriese la espalda. Los brazos de Ecnoie, que seguía manteniendo bajo su cintura aquél movimiento violentamente reptiliano, comenzaron a moverse de forma vaporosa, imitando las alas de un pájaro. Así, la mejor bailarina de Egipto rendía homenaje a los dioses Amón y Nut en la noche de su unión, representando el movimiento del ave y la cobra, símbolos de la divinidad, del arte y de los ciclos de la vida.
En ese momento sentí su respiración en mi oído. No dijo nada, sólo quería que sintiese sus jadeos de excitación , pausados, con un sonido sordo masculino y salvaje.
Noté su gran mano deslizarse ascendente por mi muslo hasta agarrar mi culo con firmeza. Después, con su otra mano y, a la vez que la poderosa voz de la bailarina principal recorría por primera vez los tímpanos de los presentes, me agarró del pelo y, tirando de él, me obligó a arrodillarme como una simple esclava.
Sin que me diese tiempo a reaccionar, introdujo su enorme glande en mi boca, mientras me miraba con una expresión tosca. Intentó reprimirse pero no pudo evitar un suspiro que hizo que, del placer, mi boca se llenase de saliva como respuesta, tanto que, sin haberlo hecho a propósito, resbalaba por mis pechos y caía hasta el suelo.
Sacando su polla de mi boca, el soldado de ojos verdes me puso entonces a cuatro patas y me penetró.
-“Quiero este culo para mi. Quiero follármelo cada día, ¿entiendes?”- Adoraba la firme voz con que me decía estas cosas (aunque, por otro lado, eran pocas las palabras que le había oído decir. Me preguntaba si hablaría igual fuera de la celebración, si sería capaz de agarrarme con esa firmeza en el caso de que le dejase venir a complacerme a palacio). – Quiero follarme tu culo todas las noches, ¿me estás oyendo?-.
-“Aún no sé cómo te llamas”-. Le respondí.
-“Me llamo Khaleb y te aseguro que me follaré tu culo cada noche”.-
Mientras me decía estas palabras, me penetraba violentamente por detrás. Sentía dolor y placer a partes iguales pero no hubiese querido que parase por nada del mundo.  Miré a mi alrededor y vi al grupo de soldados con quien habíamos estado hablando minutos antes, masturbándose de forma violenta mientras nos miraban. En ese momento, mi vientre se convulsionó y no pude evitar explotar de placer, emitiendo un intenso grito que recorrió toda la sala, ahogando incluso el sonido de la música y los cánticos de Ecnoie y el resto de las bailarinas. Mientras me corría, él seguía repitiéndome una y otra vez -“me follaré tu culo cada noche”-.
Cuando sentí que su polla se convulsionaba dentro de mi y que su semen resbalaba por mis muslos, antes de que caer sobre los cojines y alfombras que teníamos a nuestros pies, murmuré sonriendo:
-“Que así sea”-.

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NOTAS: 
Medidas de longitud:
(*1)  braza – 1,80 metros
(*2 vara – 18 metros

Bitácora de Selene; II (2º parte) – Iris frío, lluvia de leche

Apareció como un demonio. Le vi materializarse entre un grupo de mujeres que bailaban denudas y se reían a carcajadas. Era alto y fuerte. Me miraba fijamente desde unos ojos claros como el cielo, fríos como el hielo. Avanzaba hacia mi con determinación, sin vacilar, con una expresión firme en su rostro. Me gustaba mirar sus piernas, eran fuertes, de guerrero. Quise sonreír pero no pude; había cierta frialdad en esa determinación, podías ver que tenía una idea fija en su mente, una idea que para él debía ser muy clara; no había más.

Grabado egipcio

Caminaba deprisa y a mi me gustaba mirarlo. Finalmente pude sonreír levemente y, sin embargo, él seguía mirándome fijamente, totalmente serio. Disfrute de esos segundos como un animal que espera saltar sobre su presa, disfrutando del ritual, no sólo por lo que ya sabía que iba a suceder, si no porque conocía perfectamente la jugada y eso hacía que sintiese el control sobre la situación, excitándome aún más. Me gustaba jugar con esa mirada.

Cuando llegó hasta mi, aún me quede quieta unos segundos, mirándole a los ojos y sonriendo. No había palabras. Sólo había carne. Y allí, entre cientos de personas, espíritus, incienso, música, todos bailando en un compás desenfrenado, con los cuerpos de alabastro de los bailarines que se convulsionaban al ritmo de la percusión de cientos de tambores, bajo las estatuas de los dioses Amón y Nut que desde algún lugar no corpóreo de la sala se entremezclaban como humo de ámbar y almizcle, rodeados de la excitación de los miles de presentes que silbaban como rugidos, que eran una sola voz de jadeos, risas, cantos y gritos, me agarró del pelo firmemente, como si fuese suya. Sentí en silencio que mi vientre se derretía en tres segundos largos como minutos. Me gustaba sentir sus manos rudas, agarrándome.

El aire llevaba perfumes de alcoba y de sudor. Si escuchabas atentamente, podías oír en intervalos de diez o quince segundos, los jadeos convulsionados de las culminaciones de algunos que llenaban el ambiente de sus espasmos corpóreos y espirituales. Como incensarios vomitando trozos de espíritu al cielo. Con un ligero movimiento de su otra mano sobre su ropa descubrió su enorme polla frente a mi cara. Otros tres segundos y mi vientre comenzó a convulsionarse.

Orgía en la antigua Roma

También le gustaba jugar. Sin soltar mi pelo me rodeó situándose detrás de mi, despacio, sin hablar. Seguía mirándome con una expresión tosca y yo lo agradecí. Se sentó detrás de mi. Me tocaba despacio, con mucha suavidad, haciendo que me sintiese como una nube. Deslizaba sus manos por mis pechos con mucha dulzura y entonces tiró de mi pelo firmemente hacia atrás haciendo que me inclinase levemente. Me mantuve en esa posición, obediente. Después me soltó un poco y siguió acariciándome, deslizando sus manos por mi cuerpo. Estaba tan excitada que el coño me dolía pero me mantenía inmóvil como un animal domesticado. Sentía como reprimía suspiros y yo me mojaba al notarlo. Y entonces la excitación se convirtió en enfermedad.

No había que hablar. Dos llamas moviéndose con un viento perturbado. Me puse a cuatro patas y miré hacia delante. Allí vi a mi guardia mirándome fijamente, dispuestos a reprimir a este macho al menor movimiento peligroso. Aparentaban seriedad pero yo sabía que, en el fondo, bebían a escondidas y no sólo me miraban por querer protegerme. Mientras notaba como él frotaba su glande despacio y dulcemente por mi sexo, me percaté de que también Hammal me miraba y en sus ojos podía ver todo lo que pensaba. Los dos los sabíamos.

Fragmento del Papiro Erótico de Turín

Ya no podía más y empece a balancear mi culo adelante y atrás, como una gatita en celo, que era lo que era. El movimiento me calmaba ligeramente las ganas de ser penetrada pero tenía ganas de chillar y frotarme desesperadamente. Sentía sus deseos y cómo en un arrebato, agarró su pene y, con firmeza, introdujo de golpe su capullo dentro de mi. Entró como si rebotase por dentro y lo saco de nuevo. Me agarró la cara con la mano firmemente, espero unos segundos y me volvió a penetrar, esta vez completamente, desgarrándome por dentro y sin poder yo reprimir un grito. Mientras, me mordía el hombro sin soltarme, como un tigre.

Entraba en mi cuerpo empujando mi fondo, con un ritmo frenético, mientras me agarraba de la cintura sin dejarme una opción de escapar. Me susurraba cosas indecentes al oído que me escandalizaban hasta notar como me ponía colorada mientras sus huevos rebotaban en mi culo. A la tercera vez que lo hizo me corrí, chillando entre el ruido de la multitud. Y a la vez que yo llegaba al clímax, otros jadeos retumbaron en la sala.

No me estaba follando, me estaba castigando con su polla. Me pegaba por dentro e intentaba reventarme, sin más. Entonces, sacó su falo de mí y, manoseándome, me dio la vuelta para derretirse en mi boca. Yo le miraba, obediente, con los ojos muy dulces, la boca muy abierta y la lengua muy mojada. Salió como si reventase, como lo hace el champán y me ungió desde la boca hasta el vientre, con un grito ahogado, de una leche espesa, blanca y dulce, haciendo que mi coño volviese a convulsionarse.

Fragmento del Papiro Erótico de Turín

Perdí el sentido de nuevo mientras volvía a sujetarme y a penetrarme violentamente. Los cánticos sacerdotales, la leche en mi cuerpo, el benjuí, mis manos en su culo, los salmos, mis tetas, las rosas, el no poder moverme, las estatuas, los gemidos, los inciensos, su polla frenética en mi vientre, los bailes, el silencio, las esfinges, los gritos, el Nilo, la carne, los dioses, los susurros, las salmodias, los suspiros reprimidos, los músicos, la gente, el vino, las risas, las tetas de las egipcias aplastadas contra el suelo, los contorsionistas, las pollas, los coños, el sueño, los tambores, las cortinas… las horas diurnas de aquél día las pase con su polla en mi vientre. – No quiero verte follando con otro, ¿me oyes? – me dijo mientras me cubría por detrás y me agarraba la cara con fuerza. – Si te veo follando con otro acabo con él y después te reviento con mi polla. – Me penetró un par de veces con fuerza y, aún con mi cara en su mano, me miró fijamente con sus ojos fríos y me dijo – ¿me has oído? – Volvió a penetrarme hasta el fondo un par de veces y volvió a preguntarme, muy serio – ¿me has oído? — Sí – respondí vacilante, era sólo un juego pero llegué de nuevo a colmar la excitación. Esperó a que mi vientre dejase de convulsionarse y sacó su gran miembro de mi sexo para derramarse de nuevo sobre mi, haciendo resbalar por mi espalda y mi culo su abundante leche caliente.

Bitácora de Selene; II (1º parte) – Las fiestas de Amón

Mientras atravesaba el final de la sala hipóstila del Ipet-Sut (o templo de Amón o Karnak) sentía que la sangre me golpeaba con fuerza en las sienes. Sabía que no tenía sentido porque llevaba horas purificando y ungiéndome, envuelta en incienso y en los cánticos de sacerdotes y la música sagrada. Tal vez era por el día de ayuno aunque no sentía hambre.

Templo de Amón (Karnak)

El pasillo central estaba iluminado por ventanas en la cubierta, mientras que el resto de las grandes columnas permanecían en la oscuridad. Hice una pausa al llegar a la puerta principal. Sentí una ligera brisa en mi cuello. Era Amón. Ya estaba despierto.

Abrí las puertas del santuario y, bajo la iluminación tenue de las velas, allí estaban los 12 sacerdotes sagrados del templo de Amón- Ra y el Sumo Sacerdote, Adio, frente a la estatua, acompañados de cientos de iniciados, nobles y militares. Las libaciones, cánticos y salmos retumbaban en las paredes y en el centro de mi alma. Me acerque lentamente a la estatua, emocionada, para despertar al dios. Tras realizar las invocaciones y ungir la figura de Amón, la vestí solemnemente con un hábito color turquesa y la adorne con collares, pulseras, cetros y amuletos del templo. Los cánticos subieron de intensidad y sentí como se erizaba todo el vello de mi cuerpo. Rompí el sello de la barca y le susurré a la estatua que el agua del Nilo ya había subido y que era el momento de encontrarse con su esposa, Nut.

Barca de Keops, encontrada en Giza

Entre veinte iniciados levantaron el camarín o “Soporte de Esplendor”y elevaron la estatua. A su vez, se abrieron las puertas del templo. La figura de Amón fue trasladada a su naos, situada en el patio, y ésta, levantada por los antes portadores de la figura. Otros cuarenta iniciados levantaron a su vez las otras dos naos con las figuras de Nut y Jonsu. Las tres naves estaban construidas con un casco de oro y sobre todo la de Amón, era realmente espléndida. El avance, rodeado de fumigaciones, cánticos y bailes era digno de observar por un dios. Subí a la nave principal y la comitiva avanzó a través de la Avenida de las esfinges rumbo a la cercana orilla del Nilo, donde miles de egipcios nos esperaban para acompañar al dios en su travesía y regocijarse con la celebración más famosa e importante del año, la gran fiesta de Opet. Sentía a Amón, sentía, la celebración y la magia en el ambiente, la conexión con los presentes, la música golpeando mi alma, mi cuerpo derritiéndose de placer…

Al llegar a la orilla un inmenso cortejo esperaba a la procesión; músicos, cantantes y bailarinas actuaban en honor al dios. La comitiva la abrían los cánticos de los sacerdotes que iban delante de las barcas, entonando unas salmodias, en las que alababan la unión del dios con la esposa divina. Mientras, otros se dedicaban a agitar los sistros o quemar incienso al paso de las embarcaciones. Al llegar a la orilla, se colocaron las naves suavemente sobre el Nilo, comenzando así el ciclo de los 25 días de celebración que se dedicaban a Amón.

Barca sagrada de Amón en la celebración de Opet

La comitiva estaba formada por sacerdotes, miembros del ejército o escoltas, músicos (con instrumentos de cuerda, de aire y de percusión), cantantes que entonaban melodías sagradas, carros reales, bailarinas, contorsionistas y una gran cantidad de tebanos, entre otros egipcios, que venían a celebrar al dios que era su señor y protector .Todo el pueblo de Tebas estaba allí con sus mejores galas, aprovechando una de las pocas ocasiones que tenían para ver las barcas sagradas. Se habían establecido servicios de orden público para preservar que la comitiva no se viera interrumpida por las manifestaciones de alegría del pueblo, aunque a mi encantaban éstas en las fiestas y me parecía que eran una conexión pura con el espíritu de los ciudadanos.

Los sacerdotes quemaban incienso para ahuyentar a los malos espíritus que rondaran cerca de la barca y los tebanos preguntaban al dios como oráculo que contestara con un sí o un no a sus preguntas, dependiendo del movimiento que hiciese en la nave. Yo jugaba con mis esclavas y las carcajadas de éstas y de la gente sólo eran sofocadas en parte por el sonido de los tambores y las salmodias sagradas. Tenía la sensación de estar en trance o drogada…, no sé si por la por la comida, la música, el vino, los tambores, el incienso, la risa, la emoción, la magia… pero me sentía feliz.

Hatshepsut y Tutmosis III siguiendo la barca sagrada

25 días de celebración eran muchos días. El camino hacia éstos, era de sólo tres kilómetros, en cuanto llegásemos a Ipet-Reshyt (o Templo de Nut o Luxor). Allí, en escasas horas, Amón se encontraría con su esposa, Nut, y pasaría la noche con ella, comenzando entonces la verdadera celebración.

(CONTINUARÁ…)

RITUAL DE SAMHAIN – 31 DE OCTUBRE (HALLOWEEN)(sencillo)

Calabaza de Halloween  (Supplied by FreeFoto.com)

Como lo prometido es deuda, aquí está el ritual para la noche de Halloween (Shamhain) que dije que escribiría. Tengo que disculparme porque últimamente no he tenido demasiado tiempo para dedicarme a él (ya os iré contando mis novedades XD) y la verdad es que me hubiese gustado subir este post hace varios días para que os diese tiempo a buscar los ingredientes necesarios. Como no ha sido así, finalmente he creado un ritual sencillo, con cosas que todos tenemos en casa, para celebrar esta noche tan mágica.

 
Elementos:
 
  • Sal
  • Una manzana (no es imprescindible).
  • Cerillas
  • Una vela preferiblemente blanca (o dorada) 1)
  • Incienso, incensario y carbones o cualquier otro incienso que tengamos en casa. 
  • Un lugar tranquilo donde poder permanecer sin ser molestados
  • Un caldero, cazo viejo, incensario grande, vaso de metal… o algo parecido, donde podamos prender fuego.
  • Papel
  • Bolígrafo
The Day of the Dead (1859) W. A.Bouguereau

 

Planeta: Sol
Momentos planetarios favorables: Es recomendable tenerlos en cuenta, pero en este caso, la energía mágica flota en el ambiente durante todo el día y la noche de hoy, domingo 31 y mañana, 1 de Noviembre de 2010 (así que cualquier momento es bueno para realizarlo). Sin embargo, existen dentro de estos días, horas especiales que potencian las energías del Sol. Éstas serían:
Domingo: 3º y 10º hora nocturna // 1º y 8º hora diurna 
Lunes: Séptima hora nocturna // 5º y 12º hora diurna 2)
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RITUAL DE SAMHAIN (HALLOWEEN)

 

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Como muchos ya sabéis, comenzaremos como siempre por dibujar un círculo de sal en el suelo (también podemos hacerlo con tiza), de varios metros de diámetro de ancho para que podamos permanecer dentro de él durante el ritual. Es buena idea que dentro del círculo hayamos dispuesto una silla y una mesa en la que pondremos las cerillas, la vela, el incienso, el incensario y los carbones. Despejaremos en la medida de lo posible el resto de objetos que haya dentro del círculo para que no interfieran con la energía con la que vamos a trabajar. No se puede salir del círculo durante el ritual ya que éste sirve de protección por lo que si creemos que vamos a necesitar algo más durante este tiempo (un vaso de agua, el móvil, un cigarrillo…), debemos asegurarnos de que está dentro del círculo al comenzar. Quiero que quede muy claro que salir del círculo en mitad del ritual es peligroso para nuestra energía, ¡no lo hagas!
Cementerio de Balquhidder, en Escocia. Detrás de la iglesia
estaba la Tom nan Angeae (colina de fuego), donde aún
hasta el S.XIX se encendían las hogueras de Samhain. Foto de
Benleto bajo licencia Creative Commons Atribution ShareAlike 2.0

Una vez dentro del círculo, encenderemos en primer lugar el carboncillo (con las cerillas). Seguidamente iremos echando el incienso sobre él, (como es un ritual improvisado, si en vez de incienso natural tenemos de varilla o cono podemos utilizarlos en su lugar)  mientras, con mucho respeto y amor, pediremos a la Divinidad que acuda a nuestro encuentro. En ningún ritual es necesario pronunciar todos estos pasos en voz alta (podemos realizar las invocaciones mentalmente), pero si nos gusta, podemos ayudarnos de ello. En caso de que las utilices, no es necesario que sean palabras muy elaboradas, pero hay un viejo refrán de brujas que dice que “un hechizo con rima detiene el tiempo”.

El siguiente paso es encender las velas (con cerillas) mientras sentimos la festividad. Primero la que está dentro del caldero y después la principal. Mientras las encendemos podemos repetirnos mentalmente alguna frase que nos ayude a concentrarnos en lo que queremos, como por ejemplo «enciendo esta vela para ofrecerla a la Divinidad y celebrar la festividad de Samhain«.
A continuación escribiremos todas aquellas cosas por las que estamos agradecidos y las quemaremos, o bien con la vela, o bien prendiendo fuego en el caldero. De esta forma envías tus agradecimientos a la Divinidad.
Tradicional altar wicca. Foto: Cronewynd bajo licencia
Creative Commons Attribution 2.0 Generic

Ésta es una fiesta de meditación, en la que debemos pensar profundamente en el significado de la vida y la muerte, de los ciclos de la naturaleza y de la energía que se renuevan constantemente. Es una fiesta de agradecimiento y celebración así que debemos sentir estos conceptos con la máxima intensidad que nos sea posible. Agradezcamos lo obtenido durante todo el año y afrontemos el nuevo con alegría y energía positiva. Para intensificar estas sensaciones, podemos rezar, cantar, meditar… etc. Si estamos cansados podemos sentarnos en la silla para estar más cómodos mientras realizamos estos pasos. La manzana es el fruto de esta fiesta. Puedes meditar acerca de estos asuntos mientras la degustas tranquilamente.

Cuando queramos dejar de trabajar en el hechizo y terminar el ritual, le daremos gracias sinceras a la «Divinidad» por habernos protegido y ayudado en todo el proceso. Apagamos la vela en este momento. Finalmente, antes de deshacer el círculo es muy importante deshacernos de toda la energía sobrante que hayamos acumulado. Para descargar la energía sobrante, tenemos que visualizar y sentir el envío de la misma de forma positiva hacia el centro de la tierra. Podemos imaginar cómo se desliza desde nuestros pies o nuestras manos hacia el suelo, lo atraviesa y recorre la corteza terrestre hasta llegar a su núcleo. Siempre hay que enviar la energía sobrante hacia la tierra, por un lado porque es peligroso no hacerlo, y por otro, porque de esta forma la tierra reutiliza esta energía. Es una buena idea el desear, mientras realizamos esta acción, que esta energía sirva para ayudar al planeta que tanto estamos maltratando y de paso darle las gracias por permitirnos vivir en él. Una vez hecho esto ya podemos deshacer completamente el círculo. 
Tradicional fuego de Samhain

 

Si la vela aún no se había consumido del todo podemos guardarla y encenderla más tarde, a cualquier hora de cualquier día, hasta que se consuma. Una vez consumida totalmente la vela, el ritual se dará por finalizado.
 
Como veis es un ritual muy sencillo que cualquiera puede poner en práctica, espero que os haya gustado y que paséis un estupendo Samhain!!!
 
NOTAS:
 
(*1) Velas: Cómpralas en una tienda cualquiera (por ejemplo una tienda de chinos o un todo a cien). Jamás, repito, jamás compres velas ya ritualizadas (por ejemplo: vela para el amor), es muy peligroso, no sólo porque puede que el hechizo salga a la inversa sino también porque puedes poner en movimiento energías negativas diferentes a tu alrededor. Nunca podemos saber si la persona que ha trabajado con las velas que compramos realmente sabe lo que está haciendo. Además, en estos lugares suelen ritualizar una gran cantidad de velas a la vez (para ahorrar tiempo) y su carga energética es bastante menor.
 
(*2Horas de luz nocturnas y diurnas: ¡Ojo! No estamos hablando de las horas de nuestro reloj. Para calcular las horas diurnas tienes que fijarte en a qué hora sale y se pone el sol en tu zona. La primera hora de luz solar coincide con la primera hora de luz diurna. Igualmente la primera hora después del ocaso, una vez el sol se ha escondido, coincidirá con la primera hora de luz nocturna. Fácil, ¿no?
  

SAMHAIN. HALLOWEEN (CELTAS) 31 DE OCTUBRE

Empieza el año nuevo de la tierra. Hemos llegado al punto medio entre el Equinocio de Otoño y el Solsticio de Invierno. Es el momento de pensar en nuestra cualidad de mortales. Esta noche, el velo que separa los dos mundos es más fino que nunca y las almas de los muertos visitan a sus familiares vivos. Es también el final del año celta en el que se da las gracias por todo lo que hemos obtenido durante el año y se piden deseos para el año nuevo.

La costumbre de ir de puerta en puerta recogiendo caramelos y dinero provine de una costumbre inglesa de mendigar para los pobres.

Cuando dejas que tus hijos vayan de casa en casa debes saber que representan el futuro. Cuando otros niños llaman a tu puerta, dales golosinas para endulzar el futuro. Dar regalos malos a los niños esta noche es atraer la mala suerte hacia ti.
Pero los verdaderos protagonistas de Halloween son los ancianos. Representan el año, que ahora ya está viejo y gris. Recuerda a las abuelas, abuelos, parientes y ancianos. Envíales postales o comida o invítales a cenar. Satisfacer el pasado también trae buena suerte para el futuro.
Según cuenta la leyenda celta, las cuatro abuelas de Halloween guardan los grandes tesoros: el caldero de renacimiento que simboliza el placer, la piedra del destino que simboliza el poder, la lanza del hechicero que simboliza el valor y, finalmente, la espada invencible sobre la cual se han escrito muchas leyendas y simboliza el conocimiento. Las leyendas populares cuentan que estas cuatro ancianas custodian los tesoros y pronuncian sus nombres. Verlas y oírlas sólo está al alcance de los iniciados y se considera que trae muy buena suerte.
Es un buen día para dar limosna a los necesitados. Los espíritus reciben agradecidos estos regalos. Deja un poco de leche en el alféizar de la ventana o sobe la mesa del comedor junto a una vela blanca encendida para iluminar el camino de las almas errantes que puedan pasar cerca de tu casa. En Irlanda y Escocia, se cree que las almas de los duendes salen esta noche. Se levantan las barreras invisibles y se mezclan con los vivos.

Bitácora de Selene; I – Un gladiador romano arrodillado en el palacio de Isis

Ayer por la noche me trajeron un gladiador a palacio. Su nombre, según dijo, era  Aulus Furii Marius, lo que denotaba el reconocimiento social del que debía disfrutar en Roma. A juzgar por su nombre debía ser un hombre famoso, un gran guerrero. Me sorprendió encontrarlo arrodillado, con la cabeza baja, como si se sintiese derrotado; un gladiador romano arrodillado en el palacio de Isis.

Tendría unos 20 años. Era hermoso. Descalzo, llevaba un subligaculum, una túnica de algodón, sujeta con un cinturón de cuero. Su cuerpo era robusto y sus manos grandes y fuertes. Su rostro denotaba fortaleza y valentía, pero también dulzura y estaba surcado de un gran cansancio y preocupación. Sus ojos eran poderosos, llenos de vida, y su pelo, de negro azabache, le caía ensortijado sobre los hombros.

– Habla – Le dije.

– Mi señora – contestó él- me atrevo a solicitaros, con gran respeto, que me aceptéis como esclavo en vuestro palacio.-

No dije nada en aquél momento. No puedo describir la sorpresa que me causaba ver aquél escenario. Preferí emplear unos minutos en pensar sobre lo que estaba sucediendo. Era excitante y triste a la vez ver un guerrero arrodillado rogando ser esclavo. Me lo imaginé en pleno combate.

– ¿Porqué un guerrero como tú querría servir en el palacio de la reina de Egipto? Tú, por lo que veo, acostumbrado a luchar en juegos gladiatorios, a pelear contra bestias y contra hombres armados de tridentes y lanzas, serás un hombre afortunado y reconocido en tu país. ¿Porqué querrías servir a la reina de la tierra que tu pueblo tanto odia?-

Callaba y temblaba. Miraba al suelo. Con un gesto de mi mano despedí a todos presentes en la sala, aproximadamente unas 10 personas. Miré a Hammal que me observaba desde el fondo, preocupado. Aprobé con la cabeza. Se acercó al romano y tras atarle las manos fuertemente, salió de la estancia cerrando la enorme puerta de alabastro tras de sí.

El gladiador seguía de rodillas en el suelo, inmóvil, callado. Comencé a caminar lentamente alrededor de él, observándole. Le volví a preguntar.

– Habla –

– Mi señora, sinceramente nunca creí que me vería en esta situación. –

El gladiador me relató el motivo de su petición. Me contó cómo había nacido esclavo y como su amo le vendió con 10 años a una familia del pueblo hispano de Astúrica Augusta. Casi pude observar en sus ojos como con 14 años se convirtió en gladiador y cómo por su valentía y resistencia obtuvo un gran reconocimiento de su pueblo, hasta el punto de llegar a ganar su libertad y ser conocido casi como un héroe. Esto le llevó a una gran cercanía con el emperador que fue finalmente el motivo de su huida. Estuvo hablando durante horas. Sin entrar en detalles, aquél romano quería hacerme creer que estaba huyendo porque habían puesto un precio muy alto a su cabeza. Sin embargo, yo sabía que había algo más.

Me quedé en silencio durante unos minutos. Seguía arrodillado sin levantar la cabeza. Me acerqué a él y le pedí que levantase la mirada. Le miré a los ojos fijamente durante varios segundos.

¿Acaso no huyes de tu tierra por lo que los tuyos consideran una deshonra para ellos? Responde, ¿por qué quieres ser esclavo en mi palacio?– le dije.

Diosa Isis

No había dolor en su mirada cuando escuchó estas palabras. Fuese por el motivo que fuese, aquél guerrero parecía cualquier otra cosa menos un romano. Me daba incluso la sensación de percibir, en él, cierto odio hacia su pueblo. Y a la vez, percibía algo más en su mirada… Era como si intentase… llamar mi atención. Sin embargo, seguía esposado, de rodillas, en actitud de sumisión.

–  Porque sé que sois Isis.- Respondió.

No pude reprimir una carcajada que me sorprendió.

– Es increíble que esperes que yo crea que entiendes lo que eso significa.- Le dije. – ¿Acaso sabes, inconsciente, quién es la diosa que estás nombrando?-

Bajó la mirada para decir: – A riesgo de que me matéis, sí, mi Señora, lo sé.-

Es cierto que el guerrero, por alguna extraña razón llamaba ligeramente mi atención y que su odio por el imperio romano me causaba cierta simpatía, sin embargo, me sentí profundamente indignada por las palabras que había pronunciado. No era posible que un esclavo romano, que había crecido en Hispania y que había vivido una vida lujosa por su éxito en los juegos gladiatorios, supiese quién era la gran Diosa Isis y qué representaba, o al menos, tuviese una ligera idea.

Nudo de Isis

Me situé frente a él y coloqué, a la altura de sus labios, el nudo de Isis. El guerrero besó mi pecho derecho, situando mi pezón entre sus labios con dulzura. Me sorprendió tanto que tuve un derramamiento.

Al cabo de unos minutos de silencio, le hablé. -Si quieres ser mi esclavo tendré que ponerte un nombre.- Asintió con la cabeza, liberando mi pecho de su boca. – Te llamaré «Ademar (*1)«.-

Abrí la puerta y salí al jardín donde me senté con Hammal que se encontraba reposando en unos cojines, bebiendo té. Estaba mirando los juegos de los monos.

Cogí un dátil y lo acerqué a uno de ellos. El animal se lo comió sin miramientos y nosotros le observamos durante el proceso como si hubiese sido un gran acontecimiento. – Se llama Ademar,- le dije.- No quiero que esté solo estos primeros días.-

Hammal no tenía porqué ocultar su asombro ante mi, podría, si hubiera querido, haberme dicho que le parecía la peor idea del mundo… pero aún así, no dijo nada. Yo noté su sorpresa y el notó que yo la noté. Pero no dijimos nada, no movimos ni un músculo. Hammal también sabía que el hecho de que éstos fueran los primeros días de Ademar en palacio no era un motivo suficiente para que no estuviera solo, o dicho de otra forma, para que siempre hubiese alguien con él. Había algo más.

(*1) De origen latino y germánico. Significa «El que es ilustre por sus luchas».

Ritual para aumentar y proteger la energía sexual

He elaborado un pequeño ritual para incrementar y proteger la energía sexual. Es muy sencillo (aunque no menos efectivo) porque está pensado para personas que no están iniciadas en magia.

Incienso en lágrimas y carboncillos

Probablemente iré colgando posts en los que explique cómo crear rituales más elaborados y poderosos. Si tenéis alguna pregunta no dudéis en hacérmela porque estaré encantada de ayudar. ¡¡Espero que os guste el ritual!!

Elementos:

  • Sal
  • Cerillas
  • Una vela preferiblemente rosa (o roja). También podríamos utilizar una blanca en su defecto.(*1)
  • Incienso, incensario y carbones. (*2)
  • Un lugar tranquilo donde poder permanecer sin ser molestados
Planeta: Marte
Momentos planetarios favorables: Os recomiendo tenerlos en cuenta. Elegir un momento poco favorable puede modificar la energía y ser contraproducente para el objetivo a realizar (en este caso, aumentar y proteger la energía sexual):
  • Martes, 1º y 8º hora de luz diurna y 6º hora de luz nocturna (*3). Si además lo combinamos con una luna creciente, aumentamos aún más el poder del hechizo.
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RITUAL: Aumentar y proteger la energía sexual

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Asuntos de brujas. Goya
 Comenzaremos por dibujar un círculo de sal en el suelo (también podemos hacerlo con tiza), de varios metros de diámetro para que podamos permanecer dentro de él durante el ritual. Es buena idea que dentro del círculo hayamos dispuesto una silla y una mesa en la que pondremos las cerillas, la vela, el incienso, el incensario y los carbones. Despejaremos en la medida de lo posible el resto de objetos que haya dentro del círculo para que no interfieran con la energía con la que vamos a trabajar. No se puede salir del círculo durante el ritual ya que éste sirve de protección por lo que si creemos que vamos a necesitar algo más durante este tiempo (un vaso de agua, el móvil, un cigarrillo…), debemos asegurarnos de que está dentro del círculo al comenzar.
Encenderemos en primer lugar el carboncillo (con las cerillas). Seguidamente iremos echando el incienso sobre él, mientras, con mucho respeto y amor, pediremos a la Diosa Madre que acuda y nos ayude. Por supuesto, si lo de la Diosa Madre no nos convence podemos pedírselo a Dios, a un santo, a los ángeles… Al fin y al cabo, como ya hemos comentado anteriormente, sólo son distintos nombres para una misma cosa. Con vuestro permiso le llamaré «Divinidad» por ser un concepto universal.
El siguiente paso es encender la vela (con cerillas) mientras visualizamos con convicción y ganas nuestro deseo hecho realidad. Mientras la encendemos podemos repetirnos mentalmente alguna frase que nos ayude a concentrarnos en lo que queremos, como por ejemplo «enciendo esta vela para aumentar y proteger mi energía sexual«. Ya hemos puesto en marcha la energía así que ahora seguiremos concentrándonos en aquello que queramos conseguir para trabajar con ella y dirigirla. Podemos imaginarnos situaciones en las que veamos muestro sueño realizado, podemos imaginar como nos cargamos de esa energía sexual que esta «Divinidad» nos envía, podemos rezar, podemos cantar, podemos meditar… Las posibilidades son infinitas. Puede que no lo percibamos (seguramente sí), pero la cuestión es que estamos generando energía hacia nuestro objetivo y eso lo atraerá hacia nosotros. Si estamos cansados podemos sentarnos en la silla para estar más cómodos mientras realizamos estos pasos. No hay un tiempo determinado para realizar un ritual aunque hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo pasemos trabajando con la energía más fuerza cobrará.
Las cuatro brujas. Alberto Durero
Cuando queramos dejar de trabajar en el hechizo y terminar el ritual, le daremos gracias sinceras a la «Divinidad» por habernos protegido y ayudado en todo el proceso. Apagamos la vela en este momento. Finalmente, antes de deshacer el círculo es muy importante deshacernos de toda la energía sobrante que hayamos acumulado. La energía con la que habremos trabajado se habrá transformado ya en energía sexual y protección para ésta por lo que no hay peligro de perder la energía «útil». Para descargar la energía sobrante, tenemos que visualizar y sentir el envío de la misma de forma positiva hacia el centro de la tierra. Podemos imaginar como se desliza desde nuestros pies o nuestras manos hacia el suelo, lo atraviesa y recorre la corteza terrestre hasta llegar a su núcleo. Siempre hay que enviar la energía sobrante hacia la tierra, por un lado porque es peligroso no hacerlo, y por otro, porque de esta forma la tierra reutiliza esta energía. Es una buena idea el desear, mientras realizamos esta acción, que esta energía sirva para ayudar al planeta que tanto estamos maltratando y de paso darle las gracias por permitirnos vivir en él. Una vez hecho esto ya podemos deshacer completamente el círculo. 
Si la vela aún no se había consumido del todo podemos guardarla y encenderla más tarde, a cualquier hora de cualquier día, hasta que se consuma. Una vez consumida totalmente la vela, el ritual se dará por finalizado.

 

NOTAS:
 
(*1) Velas: Cómpralas en una tienda cualquiera (por ejemplo una tienda de chinos o un todo a cien). Jamás, repito, jamás compres velas ya ritualizadas (por ejemplo: vela para el amor), es muy peligroso, no sólo porque puede que el hechizo salga a la inversa sino también porque puedes poner en movimiento energías negativas diferentes a tu alrededor. Nunca podemos saber si la persona que ha trabajado con las velas que compramos realmente sabe lo que está haciendo. Además, en estos lugares suelen ritualizar una gran cantidad de velas a la vez (para ahorrar tiempo) y su carga energética es bastante menor.
 
(*2) Incienso: Utilízalo natural; personalmente no me gustan nada los de varilla o cono. Recuerda que el incienso es una resina natural y se vende en lágrimas o piedrecitas. Recuerda también disponer de carbones para incienso. Puedes comprarlos en cualquier herbolario.
 
(*3) Horas de luz nocturnas y diurnas: ¡Ojo! No estamos hablando de las horas de nuestro reloj. Para calcular las horas diurnas tienes que fijarte en a qué hora sale y se pone el sol en tu zona. La primera hora de luz solar coincide con la primera hora de luz diurna. Igualmente la primera hora después del ocaso, una vez el sol se ha escondido, coincidirá con la primera hora de luz nocturna. Fácil, ¿no?

Preludio: Tu eres una Diosa

Cada ser de este planeta está cargado de forma natural de amor y de paz. Ésta es la energía universal de la que todos formamos parte. Esta energía es común a todos los seres vivos conocidos y todas las religiones hablan de ella como base de su filosofía. Está en nuestro más íntimo subconsciente el relacionar a Dios con un estado absoluto de paz y de amor. Incluso aquellos que no creen en un ser superior están de acuerdo en que, de haberlo, tendría que estar basado en el amor. Así Dios y amor se funden en nuestro subconsciente como una misma cosa.

 

El nacimiento de Venus, por William Adolphe Bouguereau (1879)

Sin embargo, antiguamente el sexo también era parte inseparable de la divinidad.  El ideal griego de perfección física unido a la iluminación espiritual (que conllevaba la realización del individuo) se ha ido desvaneciendo junto al culto a la divinidad, lo que nos ha hecho olvidar el culto al amor y al sexo como algo sagrado.  Nietzsche dijo una vez: “Las religiones han tratado de matar el sexo pero no lo han conseguido, y ahora el sexo no está vivo ni muerto, sino envenenado“.

SEXO Y PAGANISMO

“Algunos autores nos aseguran que, poco antes de la victoria del Cristianismo, corría una voz misteriosa por las orillas del Egeo que decía: “- El gran Pan ha muerto- “. El antiguo Dios universal de la Naturaleza había dejado de existir, lo cual produjo gran alegría, porque se creía que, habiendo muerto la Naturaleza, había muerto la tentación.” (Michelet, 1862, 43)
Pero aún podemos remontarnos a las antiguas religiones en las que el sexo era considerado como un acceso místico a una experiencia espiritual, concepto que hoy en día enraiza y podría estar relacionado con un término bastante de moda, la magia sexual. Estas religiones paganas han vivido escondidas a la sombra de las grandes religiones que, en muchos casos, han adoptado sus mismas simbologías y ritos. La explicación a esto podría ser para algunos que, con la llegada del Cristianismo, muchos paganos convertidos seguían rindiendo culto a sus antiguas divinidades disfrazadas bajo nombres o apariencias cristianos. Para otros, sin embargo, fué la propia Iglesia la que adoptó sus simbologías para facilitar así la adaptación de los conversos. Sea como fuere las analogías entre unas culturas y otras son asombrosas, aunque sus preceptos hayan cambiado hasta volverse prácticamente opuestos.

Isis con Horus (izquierda) y La Virgen con el niño (derecha)

Puede que éste sea el motivo de que, aunque las divinidades paganas hayan vivido a la sombra durante cientos de años, sus cultos no hayan desaparecido del todo. Hoy en día en algunas zonas del planeta disfrutamos de una gran libertad religiosa y eso unido a la curiosidad científica y los avances en antropología y arqueología está haciendo que nos acerquemos cada vez más al reencuentro con nuestra espiritualidad primaria. No sólo la ciencia y la libertad son caminos para recuperar esa esencia divina de nuestro interior, en realidad el camino está dentro de cada uno.

LOS DIOSES PRIMITIVOS

Las religiones paganas están plagadas de divinidades masculinas y femeninas que se aman, practican sexo y se reproducen. Aunque tal vez nos resulte extraño pensarlo así, estos patrones surgen de ideas primitivas sobre la divinidad y la naturaleza. Es lógico pensar que el pensamiento arcaico de divinidad partiera del concepto de naturaleza o creación. La naturaleza es el verdadero Dios primitivo de nuestros antepasados y contenía los conceptos de vida y reproducción encarnados en los de lo masculino y lo femenino. Así surgen un Dios Masculino y una Diosa Femenina cuya unión crea la energía universal y con ella, la vida.

Los simbolos de la Diosa son la tierra y la copa. Los del Dios la semilla y la espada. Todos tienen una raíz sexual ya que la copa sirve de recptáculo, al igual que la tierra que engendra la semilla y la hace brotar. La espada también actúa como símbolo fálico.

LA DIOSA OLVIDADA

Hombre y mujer son Dios y Diosa. Durante muchos años la representación

Venus de Willendorf (25000-20000 a.C.)

de la Diosa madre ha estado relegada a imágenes inferiores, se le ha arrebatado su aura divina y se ha condenado al olvido. Paralelamente el papel de la mujer ha sido también dejado en un segundo plano por las sociedades que le han dado de lado en cuestiones políticas, religiosas, económicas, científicas, artísticas, laborales e incluso sexuales. Si en el pasado remoto, las mujeres, para sobrevivir en un mundo dominado por la fuerza bruta, sentimos la necesidad de la protección de los hombres, a lo largo de los milenios este proceso de dominación se ha seguido perpetuando sin razón. Hoy en día, en muchos lugares del planeta, la mujer ostenta un poder en la teoría prácticamente igual al del hombre, sin embargo, sus patrones mentales en algunos casos siguen anclados a los conceptos de dependencia y dominación que aprendió en la prehistoria.

Está en la mano de cada mujer ser consciente de nuestra historia y nuestra fortaleza, de nuestra belleza y divinidad. Haciendo esto honramos a la Diosa que es nuestra madre y nos guía. La Igualdad sólo es posible si cambiamos los manidos conceptos machistas y los reemplazamos por los que siempre debieron ser: los de ser una auténtica Diosa. La mujer es un icono de magia y poder. Siéntete como tal.

El sexo de Selene

Estoy bastante harta de mujeres que no exploran su sexualidad, que tienen miedo de dejarse llevar por el placer, mujeres que creen que el sexo está hecho sólo para los hombres, que sienten la necesidad de sentirse perfectas por miedo a perder a su pareja (ya sea hombre o mujer), que se sienten incómodas si les practican sexo oral, que compiten con el resto de mujeres, que necesitan a un macho alfa para salir de fiesta, que se depilan por convencionalismo, que nunca han tenido un orgasmo, que se tratan a si mismas como objetos aunque no las satisfaga… Estoy enfadada con las mujeres que piensan que hacer una felación es algo sucio o mujeres a las cuales el semen les resulta algo humillante, que siguen la moda pero no explotan su sexualidad, que nunca han tenido novio o mantenido relaciones sexuales, que se sienten avergonzadas cuando bailan como diosas…

Yo odio a este tipo de mujeres porque también fui una de todas ellas y me sentía avergonzada de mis fantasías e impulsos. Todas hemos actuado así alguna vez, pero ¿porqué? ¿Habrá algo que nos impide dar rienda suelta a nuestra naturaleza? A lo mejor nuestros viejos genes de primate aún están trabajando a destiempo, de forma anacrónica, por aquello de conservar al macho para que nos defienda o nos ayude a mantener la prole. ¡¡Malditas hormonas!! Pero como todo, las hormonas pueden aprender, o en nuestro caso, desaprender.

Me llamo Selene y me encanta el sexo, así, sin más. ¿Sabías que existen 2 tipos de orgasmos femeninos?, ¿que una de las fantasías más recurrentes de las mujeres es la de ser forzada a tener sexo?, ¿sabías por ejemplo que cuanto más se masturba una mujer más fácil le será llegar al orgasmo? Bienvenidos al sexo de Selene.